¿No te parece emocionante poder llegar a casa después de una jornada de trabajo en el cole y sentirte pleno y radiante porque tus estudiantes la han pasado de maravilla contigo?…esas horas de clase se han ido sin pensarlo, porque todo ha salido casi perfecto: tus estudiantes han estado atentos, concentrados, más participativos que antes y sobretodo, han aprendido con creces tus enseñanzas. ¡Llegar a casa así es fantástico!.

Esto lo lograrás si pones en práctica los consejos que te daremos a continuación, que para nada están lejos de tu alcance.

 

¡Empecemos!

 

  • Inicia tu día con gratitud. Agradece por todo lo que eres y tienes…con esa sonrisa ante la vida y sus dones, podrás contagiar de alegría a tus estudiantes sólo con verte. Esa actitud optimista será un gancho para motivarlos desde el inicio de la jornada.

 

  • Combina tus lecciones con historias reales o ficticias que permitan ejemplificar a través de una narración lo que quieres transmitir; si no eres tan bueno o buena contando historias, practica de forma perseverante y descubrirás cómo los cuentos y anécdotas atraen la atención de todos.

 

  • Permite que tus estudiantes sean los protagonistas en las clases. El secreto está en saber hacerles preguntas para que participen, se suelten y se sientan valorados en sus apreciaciones y opiniones. Asigna diferentes roles de apoyo para despertar liderazgos: director del tiempo, director de materiales, vocero, secretario, entre otros.

 

  • Ríete con ellos, no de ellos. Evita exponerlos a la burla, antes bien, motívalos con humor sano. Si puedes contar un chiste o algún momento jocoso que te sucedió, harás conexión emocional con ellos; de esta forma abres la puerta para que ellos también lo puedan hacer y convertir la clase en un espacio ameno.

 

  • Sé exigente, sin ser pesado. Tus estudiantes valorarán tu compromiso con su formación y que saques lo mejor de ellos. La disciplina justa produce muchas virtudes.

 

♥ Un consejo extra:

Si puedes en algún momento obsequiar o prestar algo que es de valor emocional como un libro u otra cosa, no dudes en hacerlo, afianzarás la simpatía con tus estudiantes. Eso sí, ¡no caigas en preferencias porque también lo notarán!

 

En conclusión, haz conexión emocional con ellos, lo lograrás si estás genuinamente interesado en su bien.

 

¡Nos vemos pronto!

 

Autor: @Jonathan Ramírez. Licenciado en filosofía y ética, Docente de ética y religión, maestrante en Formación y Desarrollo.