💥 Los relatos, parábolas, cuentos, fábulas han estimulado la reflexión desde los inicios de la tradición oral. A la población infantil siempre les atraerá leer, ver y oír historias porque les permite introducirse en el mundo de los personajes y estimular su imaginación. A medida que avanza una historia, el niño aprende a tomar decisiones propias que vienen inspiradas por la moraleja de cada cuento, y por esto los relatos muestran diferentes facetas de la vida acerca de la convivencia con los demás, los diversos sentimientos, emociones y valores contrapuestos. Patro Gabaldón, (pedagoga y redactora del portal guiainfantil.com), indica al respecto que:
“…A través de los valores contrapuestos que presentan los cuentos, el niño aprende a elegir cuál es el que le será realmente útil para manejarse por la vida. ¿Recuerdas lo que le ocurre a Pinocho cuándo es desobediente, lo que les ocurre a los cerditos por ser perezosos y a las hermanastras de Cenicienta por caprichosas y mal educadas?; Todos ellos, reciben un castigo, no del personaje bueno, que es bueno en toda ocasión, sino de la vida. La culpa es responsabilidad única del personaje que no actúa correctamente: las acciones tienen consecuencias. El niño aprende y asimila a través de los cuentos conductas y actitudes que hace suyas porque han partido de su propia reflexión, no de lecciones impuestas o situaciones irreflexivas…”.
Podemos concluir que, si a estos relatos se les suma un audiovisual animado, la estrategia se convierte en una poderosa herramienta para la pedagogía, ya que los menores prefieren los programas en dibujos animados un 77% más, que los programas infantiles actuados (15%) y programas con títeres (8%) (Marvin W., Berkowitz[1]).
Lo anterior delinea el tipo de trabajo artístico que Eulogio se encuentra desarrollando, que gira en torno a las necesidades de los formadores y los estudiantes que precisan de herramientas y metodologías de enseñanza y aprendizaje adecuadas a las Tecnologías de Información y Comunicaciones.
Referencias:
[1] Autor del libro “Educar la persona moral en su totalidad”. 1995. Profesor de Psicología de la Universidad de Marquette (USA) y Director Asociado del Centro de Estudios Éticos de dicha Universidad, consultor de la Fundación Gordon Cook (Escocia), autor de diversas publicaciones y director de proyectos de investigación sobre Educación y Desarrollo moral. Coautor de diversos trabajos junto a L. Kohlberg y C. Power.
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